domingo, 8 de junio de 2008

METODO CONSTRUCTIVISTA EN EL AULA

El constructivismo es un principio metodológico recogido en nuestro proyecto curricular para el desarrollo de todos los ámbitos de la educación infantil, pero voy a desarrollar la aplicación práctica que estoy llevando a cabo en la lectoescritura.
El método constructivista, en su sentido más amplio, parte de una premisa:
Hacer al niño/a protagonista de su aprendizaje, que construya su aprendizaje por sí mismo/a, en contraposición al aprendizaje memorístico.
Esto es un fundamento general que se puede llevar también al terreno de la lectoescritura.

Los fundamentos principales del método constructivismo son:
- Partir del propio nombre del niño/a, porque es lo más significativo para él/ella.
El aprendizaje significativo es uno de los principios psicopedagógicos y didácticos que deben regir la metodología en la enseñanza.
- Utilizar la letra mayúscula, porque no requiere enlaces, al contrario que la letra minúscula, con lo cual es más fácil de identificar, en un principio, y de representar posteriormente. Y porque, en el medio que nos rodea nos encontramos frecuentemente con la letra mayúscula en rótulos comerciales, señales de tráfico, matrículas,… elementos que debemos aprovechar en nuestra práctica docente como verdaderas herramientas.
El nombre de los niños/as en letra mayúscula lo tenemos que poner por todas partes:
- En la mesa donde se coloca el niño/a a diario se pone un rótulo con su nombre a gran tamaño y con adhesivo transparente, para que lo tenga presente en todo momento.
- En los libros (de trabajo individual, los del método) carpetas y demás material propio del alumno/a. Así conseguimos que el reparto de los libros para el trabajo diario sea cada vez más autónomo. Ya que, habrá un encargado por cada equipo que será el responsable de repartir los libros a sus compañeros/as, para ello debe fijarse muy bien en el nombre del libro y el de la mesa, cuando coincida ya sabrá a quién pertenece ese libro. Y así sucesivamente con todos sus compañeros/as de equipo y él suyo propio.
Además la clase debe estar con rótulos muy grandes con los nombres de todo en todas partes: - Los rincones: rincón del juego simbólico, la casita, la biblioteca, construcción, disfraces,…
- Los elementos que constituyen el aula: pizarra, ventanas, puerta, silla, perchas,…
- En el tiempo atmosférico, a la hora de trabajarlo en la asamblea: sol, nieve, lluvia…, y en las estaciones: primavera, verano, otoño e invierno.
- En los días de la semana, cuando se trabajan en la asamblea: lunes, martes,
- Y en la fecha.
Otra cosa, que es imprescindible, es la presencia en el aula de un abecedario grande. Cada letra, va a destacar su forma en mayúscula, pero también va a ir acompañada de su minúscula, de un dibujo que haga referencia a esa letra, y con el nombre de este dibujo en mayúscula y en minúscula. Las letras se irán presentando poco a poco, una cada dos semanas (dependiendo del grupo y de sus características)
En la asamblea se comparan las letras de un nombre con las letras de los nombres de otros niños/as. Por ejemplo: “Se les pregunta ¿Quién tiene la M de MANZANA?
Es una experiencia progresiva, atendiendo al grado de madurez de cada niño/a.